La Fiebre del Oro: Aguas Bravas
S04E02 - Episode 2
Tras trabajar para Todd Hoffman durante varias temporadas en ‘La fiebre del oro’, Dakota Fred Hurt, de 72 años, y su hijo Dustin, regresan a McKinley Creek con un nuevo y radical proyecto con el que pretenden hacerse ricos de una vez por todas. Su objetivo, encontrar oro en las profundas pozas protegidas por los rápidos salvajes de un cañón más remoto de Alaska. Para ello, los ‘Dakota Boys’ tendrán que reclutar a un equipo de buceadores, montañeros y mecánicos tan intrépido como para enfrentarse cada día a los animales salvajes y al escarpado terreno (deberán acceder a través de un cañón mediante una tirolina, a más de 120 metros de altura) que les separa de las no menos peligrosas y heladas aguas de Porcupine Creek
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Episode 2
Tras trabajar para Todd Hoffman durante varias temporadas en ‘La fiebre del oro’, Dakota Fred Hurt, de 72 años, y su hijo Dustin, regresan a McKinley Creek con un nuevo y radical proyecto con el que pretenden hacerse ricos de una vez por todas. Su objetivo, encontrar oro en las profundas pozas protegidas por los rápidos salvajes de un cañón más remoto de Alaska. Para ello, los ‘Dakota Boys’ tendrán que reclutar a un equipo de buceadores, montañeros y mecánicos tan intrépido como para enfrentarse cada día a los animales salvajes y al escarpado terreno (deberán acceder a través de un cañón mediante una tirolina, a más de 120 metros de altura) que les separa de las no menos peligrosas y heladas aguas de Porcupine Creek
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Tras trabajar para Todd Hoffman durante varias temporadas en ‘La fiebre del oro’, Dakota Fred Hurt, de 72 años, y su hijo Dustin, regresan a McKinley Creek con un nuevo y radical proyecto con el que pretenden hacerse ricos de una vez por todas. Su objetivo, encontrar oro en las profundas pozas protegidas por los rápidos salvajes de un cañón más remoto de Alaska. Para ello, los ‘Dakota Boys’ tendrán que reclutar a un equipo de buceadores, montañeros y mecánicos tan intrépido como para enfrentarse cada día a los animales salvajes y al escarpado terreno (deberán acceder a través de un cañón mediante una tirolina, a más de 120 metros de altura) que les separa de las no menos peligrosas y heladas aguas de Porcupine Creek